El notario, en su calidad de funcionario público del Estado, desempeña un papel fundamental al proporcionar a los ciudadanos la seguridad jurídica que establece la Constitución en su artículo 9º, especialmente en el ámbito del tráfico jurídico extrajudicial. Además, como profesional del Derecho que actúa en régimen de competencia, el notario garantiza su independencia. Es importante destacar que la competencia entre notarios se basa en la calidad de los servicios que ofrecen, no en los precios. Por lo tanto, tienes la libertad de elegir al notario que prefieras, quien deberá brindarte asesoramiento imparcial y cumplir con el servicio notarial que requieras.
La función principal del notario es asegurar la seguridad y legalidad en los contratos, negocios o declaraciones, de manera que cumplan con la normativa vigente y sean irrefutables. La escritura pública otorgada por el notario tiene plena validez ante los tribunales de justicia, sin que se ponga en duda su autenticidad.
Al firmar cualquier documento ante notario, obtienes la tranquilidad de que el negocio o contrato es definitivo, inalterable y efectivo, lo cual brinda confianza y certeza.
Además, gracias a la distribución territorial de los notarios, siempre tendrás la posibilidad de elegir uno cercano a ti, lo que te brinda comodidad y libertad.
Los notarios son profesionales altamente cualificados, cuyo acceso a la profesión requiere estudios intensos y profundos, evaluados mediante un riguroso y objetivo proceso de selección. Los notarios se mantienen actualizados constantemente en sus conocimientos, tanto a nivel nacional como internacional.
La independencia del notario es fundamental, ya que solo está sujeto a las disposiciones legales aplicables.
Los notarios se esfuerzan por estar a la vanguardia y anticiparse a las nuevas demandas sociales y tecnológicas, adaptando sus funciones de manera permanente a cualquier innovación que surja.
Es importante destacar la eficiencia del servicio notarial, ya que el costo de la intervención del notario es significativamente menor en comparación con los costos sociales y económicos que se evitan. Solo una pequeña parte de los honorarios notariales corresponde al notario en sí, mientras que la mayor parte corresponde a provisiones destinadas a cubrir impuestos, honorarios de registradores y otros gastos generados, que el notario abona en nombre del cliente.